miércoles, 28 de febrero de 2007

Despertar...

Despertar:

Hoy desperté de mi letargo… me di cuenta del tiempo perdido… observe mi cuarto y me percate de mi peor enemigo… ya no son las arañas… soy yo mismo…

No se cuanto llevan mis compañeras de cuarto donde están, pero tomando en cuenta que antes era habitual aniquilar el más mínimo vestigio de polvo o rincón donde pudieran aparecer (todo debido a mi pánico por las arañas) supongo que llevan un buen rato deambulando por mis lares… ¿Será que superé mi miedo a las patonas?

Supongo que cada persona refleja la personalidad en su forma de vida, y hoy no me gusto la mía… sabanas sin cambiar, ropa por limpiar, polvo en los muebles, barba en mi cara… ¿qué paso con mi persona?

Llevo años luchando contra mi miedo hacia las arañas ¿y la solución al fatídico mal era que le diera más importancia a otro mal?

Es un peso menos en mi vida el no temerle a las arañas, pero lo cambié por otro mucho más grande…

martes, 27 de febrero de 2007

De José Emilio Pacheco...

Cuentan que un día Pacheco se dirigía a su casa en la colonia Roma proveniente de hacer compras en el súper, noto una extraña neblina que se plantaba en toda la extensión de la famosa colonia… Entonces logró vislumbrar la figura de la pareja con que vivía. Ella traía su maleta, se acercó y le dijo: “lo siento esto se terminó”.

Acto siguiente Pacheco entró a su casa inspirado por la situación, para plasmar el siguiente poema…

No me preguntes cómo pasa el tiempo

En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas; me alejo sin cesar.
No me preguntes cómo pasa el tiempo.
Li kiu Ling.
Traducido por Marcela de Juan

A nuestra antigua casa llega el invierno
y cruzan por el aire las bandadas que emigran.
Luego renacerá la primavera,
revivirán las flores que sembraste.
Pero nosotros
ya nunca más veremos
ese dulce paraje que fue nuestro.

José Emilio Pacheco.


______*________*______

Mi gusto por el poema no es más que el sueño o esperanza de algún día encontrar a José Emilio Pacheco (el lugar es lo de menos) y preguntarle por el verdadero final… saber si efectivamente tuvo un final triste su historia… ya que si no fue así, le daría esperanza a la mía…

viernes, 23 de febrero de 2007

Pertenencia...

Algunas semanas atrás estuve en el cumpleaños de un amigo de la preparatoria que no veía hace mucho tiempo. Se reunieron muchos de los compañeros con los cuales salía de farra, y entre ellos algunos amigos…

Muy aparte de ponernos al tanto sobre los estudios, trabajos, bodas o embarazos, lo interesante fue que por un momento regresaron aquellas platicas sobre ¿con qué mano tomamos los hielos?... cuestión de suma importancia debido a la falta de baño en los lugares propios de nuestro esparcimiento...

El problema era en si, que nos habíamos percatado de lo antihigiénico de ir al baño y después tomar los hielos con la mano… no por que tuviéramos la mano sucia… no!… sino por que todos hacíamos lo mismo… podíamos soportar nuestra propia mano, pero diez era demasiado (además de que en ese entonces para ser sincero no confiábamos mucho los unos en los otros de la procedencia y cuidado de nuestro itinerario diario)…

Caso seguido, llegamos al supuesto o sugerencia, de que todos tomábamos los hielos con la mano izquierda, y lo necesario para ir al baño sería con la mano derecha…

En fin… el asunto es que era una época en la cual me sentía un tanto obnubilado, que no significa que ya no me sienta de esa manera, sin embargo estando ahí rodeado de mi pasado, me sentí en plena soledad…

No pienso que mi sentido de soledad sea por que muchos de mis compañeros seguían cuestionándose sobre la moralidad de usar la misma mano para ir al baño y para tomar los hielos… no por que ya no tuviera la misma agilidad para saltar al compás de mano negra, decadentes, o fabulosos… sino por que me falto el sentido de pertenencia. No me refiero a que sienta que mi andar es más pronunciado que el de aquellos camaradas de tren, tampoco quiero vaticinar lo que nos depara el futuro (en este plano supongo que solo podemos hacer nuestro mejor esfuerzo, confiar y esperar ). Lo que es cierto es que en lo accidentado de la carretera, yo tomé otro rumbo (si es bueno, malo, peor o mejor es otro asunto).

Lo importante aquí es darme cuenta que el tiempo perceptible no para, y que tal vez siempre tendré buenos recuerdos de aquellos tiempos de borrasca, más sin embargo ya no les pertenezco…

martes, 13 de febrero de 2007

Un punto esperanzador…

Puntos suspensivos

por los besos de papel
y los caudales de hojas
y el reflejo de los grillos y los susurros de los niños
por la polilla más grande y los suspiros más altos
la pera más dulce
y la mentira más humilde
por ti por tú por nosotros y por todos
he dejado estos puntos suspensivos...........................................

"Daniel Malpica, Ciudad de México, 1988"


Para los que tienen un contacto continuo conmigo, no es de sorprender que en mi escribir añada casi siempre los puntos suspensivos. El poema anterior relata en casi exacta coyuntura mi sentir sobre lo bello de este recurso gramatical.

Muchos podrán decir que es una clara tendencia por el gusto de leer a “Cortázar”, sin embargo el motivo principal de mi reiteración para con los puntos suspensivos, es que hacen un dejo de continuidad. Se aleja del fatídico e inquisidor “punto”, que no hace más que las veces de guillotina para las ideas… ideas que tienen continuidad…

¿En qué momento una idea esta terminada?

No omito la importancia del punto en cuanto a los tiempos y la correcta estructura gramatical. Tampoco le quito su lugar como símbolo principal del todo en la unidad, mucho menos olvido que por lo tanto todo parte del punto.

En fin, seria absurdo hacer un compilado de disertaciones sobre el punto gramatical (la interpretación simbólica es otro asunto)…

La única verdad es que mi gusto por los puntos suspensivos yace en el romanticismo del significado que tiene para mí… un significado esperanzador que añado a cada párrafo que escribo…

sábado, 10 de febrero de 2007

Actitud ante la vida...

Entra un adulto mayor apunto de desfallecer al consultorio de un medico…

Medico.- ¡Pase, siéntese por favor!…dígame ¿Qué es lo que le pasa?
Adulto mayor.- (tono sarcástico) Nada, que me estoy muriendo… (risas)…

Antonio Langrave ( -2006)

Tanta vida en esta última anécdota de una gran persona…
Oj Ala desde donde estés me sigas enviando sonrisas y esa alegría contagiosa que emanabas de tu actitud.
Esa actitud positiva ante los problemas…
Ese nunca dejar que nimiedades entorpezcan nuestro andar…
Es realmente digno de reconocer…

lunes, 5 de febrero de 2007

Un blog...

Ya tiene varios años desde que empecé a ver blogs, y cuando mis amigos que tienen blog me preguntaban qué para cuando empezaría el mío, yo contestaba que no tenia mucho que contar (sigue siendo así), sin embargo en tiempos recientes alguien me presto una revista en la que rezaba el siguiente lema:

“Oj Ala te quedes ciego de tanto leer… ¡Ya ponte a escribir!”

Entonces me encontré con el pensamiento de que era una buena idea hacer mi blog, no para los demás, no para que me pongan comentarios reconfortantes, no para que me visiten y visitar otros blogs, no para que un editor descubra mi pueril poesía, no para encontrar a alguien… más bien para buscarme a mi mismo…

Tiene mucho tiempo que me siento a la venta a plasmar mis nubes, siempre han sido una buena terapia a mi neurosis declarada y a mi depresión estancada y como la mayoría de los blogs son de personas deprimidas (en su mayoría mujeres y hombres desilusionados del amor o la vida y fanáticos de Amelie) o gente con mucho que contar y pocas personas atentas a la cuenca de los labios, pues supongo que tendré privacidad, ya que no hablare de Amelie ni de las vicisitudes del amor (bueno de eso tal vez si)… pero el caso es que no le haré publicidad a mis experiencias plasmadas, supongo que tengo mucho pudor hacia compartir mis asuntos con alguien más…

Entonces declaro que este será el seguimiento de mis días, la bitácora, el perro en la carta del loco, mi cocodrilo egipcio, mi salida de babel…

Simplemente espero aportarme lo necesario de mis recuerdos para que el día que tenga ganas de mirar atrás, sonría al ver lo bello del camino recorrido y me alegraré por pisar un nuevo escalón.

Una advertencia: Espero no llegar a escribir de las respetables ideas (pero nimiedades a mi parecer), como hablar sobre la carencia o fecha de caducidad de condones, del conteo de mis sabanas sucias, o de cualquier tema que ponga en evidencia la falta de asignatura en mi cabeza.

Simplemente voy a salir de mi Pandemónium…