lunes, 1 de septiembre de 2008

Vacío de ti, repleto de mi...

El vacío que dejas:

La cama está vacía
lo liso en las sabanas delatan tu ausencia
arrugas en mi cara es lo único que queda
reminiscencias de batallas que siempre ganabas tú

Ahora… me recuesto, la destiendo un poco,
aparento estar en compañía…
¿Compañía? aunque los gringos y sus microscopios tengan razón,
los bichos en mi almohada son taciturnos…

¿Cuánto espacio ocupa un recuerdo en la habitación?
sabanas, colchas y almohadas… todas palabras de cama…
Recuento de secreciones… unas corporales de cuando estabas, otras mentales porque te fuiste…

No importa cuan ajustadas estén las sabanas…
no compensan el peso de tú cuerpo o tus palabras,
no piden un abrazo,
no piden un “te quiero”

La cama está vacía
vacía de tu presencia,
llena de mi ingravidez
ingravidez que te busca
emprendo el viaje… viaje astral con objetivo “encontrarte”

Así son mis días de cama sin ti…

Al día siguiente…

Despierto del inducido sueño…
estiro mi brazo buscando tu presencia…
yo sigo ahí… pero tu no estas donde mi brazo te busca…

y pienso que no hay nada mejor…

nada mejor que tu ausencia aunada a mi presencia…

en mi cama…
vacía de ti, repleta de mi…




31 de agosto de 2008

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