martes, 27 de noviembre de 2007

Poco... muy poco...

Deseo poco… y lo que deseo, lo deseo poco…
Facundo Cabral…


Existe un pero en la ecuación… ¿Qué pasa cuando logras construir fantasía, pero después ya no deseas nada y te mandan al desierto de los reyes pasados?

Para aquellos que leyeron el libro de la historia interminable o por lo menos vieron la película llamada “La historia sin fin”… entenderán que es un tópico sumamente importante. Claro, no para los que se encuentran entre la mayoría…

¿Será acaso que el deseo es el motor del movimiento? En lo personal no puedo estar más en desacuerdo con está aseveración… Tomando en cuenta el hecho de que la única constante en el universo es el movimiento; el deseo genera movimiento, pero en un sentido no deseado; ya que el deseo crea letargos, ligas, envidias, odios y miedo, que a fin de cuentas no es más que desamor…

Entonces ¿qué nos debe mover?

En lo particular muchas veces me encuentro entre los reyes del pasado… y he dudado incluso de si alguna vez salí desde la primera vez que me di cuenta que me encontraba ahí… En fin…en lo personal creo que el motor tiene que ver con ese mar de la filosofía que encuadra mi ser…

Aunque acepto que fuera de los hechos, las verdades se vuelven provisionales, y que por lo tanto, felicidad es para mi... cabalgar libre con halcón en mano; mientras que para otros, felicidad es asesinar al enemigo, violar a las mujeres, robar el tesoro y ponerse la corona… jajaja hasta en una película como “Conan el bárbaro” la vida te puede dejar algo…


Sobre el misterioso patrón por el cual se conduce la nieve, será tema de estudio en otra ocasión…

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