“Nunca te enamores de un kilo de carne molida”
Julián Herbert
“Uno no es pendejo, las viejas apendejan”
Eduardo de Gortari…
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Mac Donald’s
Nunca te enamores de 1 kilo
de carne molida.
Nunca te enamores de la mesa puesta,
de las viandas, de los vasos
que ella besaba con boca de insistente
mandarina helada, en polvo:
instantánea.
Nunca te enamores de este
polvo enamorado, la tos
muerta de un nombre (Ana,
Claudia, Tania: no importa,
todo nombre morirá), una llama
que se ahoga. Nunca te enamores
del soneto de otro.
Nunca te enamores de las medias azules,
de las venas azules debajo de la media,
de la carne del muslo, esa
carne tan superficial.
Nunca te enamores de la cocinera.
Pero nunca te enamores, también,
tampoco,
del domingo: futbol, comida rápida,
nada en la mente sino sogas como cunas.
Nunca te enamores de la muerte,
su lujuria de doncella,
su sevicia de perro,
su tacto de comadrona.
Nunca te enamores en hoteles, en
pretérito simple, en papel
membretado, en películas porno,
en ojos fulminantes como tumbas celestes,
en hablas clandestinas, en boleros, en libros
de Denis de Rougemont.
En el speed, en el alcohol,
en la Beatriz,
en el perol:
nunca te enamores de 1 kilo de carne molida.
Nunca.
No.
Julián Herbert...
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Para la gente que sufre y que procura vivir pensando en este poema… yo recomendaría simplemente dejarte llevar, gana el que siente más, no el que sufre menos…
Ahora… si no te gusta el dolor, pues procura nunca enamorarte, el amor apendeja… tú tienes la respuesta para conquistar y mantener enamorada a cualquier mujer y vivir de la felicidad puñetera que da el sexo cotidiano y aquellas divas que te sirven mientras tienes puesto el condón… pero esto siempre y cuando no te enamores, ya que si ese fatídico momento llega, la vista se nubla, la sangre se ausenta y la vida aprieta…
Me resulta un tanto aburrido argumentar lo irrelevante. Hay cosas tan obvias en la vida, como lo que buscan las mujeres… la mayoría de ellas están atadas a un ideal y si sabes adecuar tu lenguaje y moldear el andar, no existen límites terrenales… Ahora, no está de más decir que el hombre tiene muchos más amores enfermizos que la mujer… Y estoy más que consiente sobre que el hombre común es aún más pusilánime que la mujer común… Ya que existen hombres que en su vida sabrán pronunciar el amor verdadero… mientras que las mujeres por lo menos sabrán del amor verdadero por el vínculo que nace del asequible pensamiento en sus vientres…
La conclusión es que en cuestiones del amor, las mujeres casi siempre ganan la carrera, tienen una ventaja innata que las hace ser las que escogen y nunca las escogidas…
Ahora, eso se podría terminar en el momento en que el hombre se de cuenta que un brujo nunca será tan buen brujo como una bruja… pero la bruja nunca sabrá lo que es ser mago…
4 comentarios:
Bueno, qué puedo decir si hasta me citan. mmmmm. Creo que es mejor que dejes de debatir sobre lo irreelevante. Las mujeres existen y punto. Adios gracias. Un abrazo.
Si… pero son una prueba muy importante para la vida…
Ya lo entenderás…
Definamoslas como el mayor enigma que jamas existio
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