viernes, 29 de julio de 2011

Los imperdibles…

De vez en vez en nuestra vida, nos congratulamos y decimos que la Tierra se movió en un gran círculo para llegar a donde comenzó en referencia a las estrellas conocidas por el hombre, con respecto al día en que nacimos… entonces nos abrazamos, nos felicitamos, nos damos regalos, a veces por compromiso, a veces por costumbre, a veces por necesidad, a veces por verdadero deseo…

Los festejados pueden comportarse de manera errática, a veces con suma alegría, a veces meditabundo, a veces melancólico, y a veces se disponen a mandar correos sin sentido… Todo eso dependiendo de su edad cronológica, ontológica y mental.

Bien, como dije, una de las costumbres sociales aceptadas, es regalar un objeto de valor ya sea sentimental, practico o monetario al cumpleañero, y siendo que el calendario tachado previamente por mis padres, dice que hoy cumplo 28 años, una que otra persona me ha preguntado por lo que me gustaría recibir por dicho acto… Una pregunta que al igual que mi personalidad, suena complicada desde muchos puntos de vista…

¿Por qué he de recibir algo? ¿Qué cosa he hecho para merecer algo? Es un hecho común que la sociedad festeje la parsimonia en vez del merito… pero ciertamente el entenderlo no me hace justificarlo. Y tal vez necesite ejemplificar mi argumento…

El fin de semana pasado me encontraba rumbo a “un pueblo mágico” muy popular en mi país, junto con otros cuatro amigos… y tengo que decir, que fuera de las actividades y situaciones cotidianas que implica un viaje como el que realizamos, una de las constantes es que siempre alguien termina peleando conmigo, siempre diferentes situaciones, diferentes argumentos, diferentes retadores, mismo defensor del título por el más odiado…

En fin… esta vez tampoco fue la excepción… desde muy temprano en el viaje, uno de los personajes que menos hacen por ocultar sus diferencias conmigo, empezó como de costumbre a cuestionar hasta mis silencios… honestamente, nada que no pueda soslayar, incluso en momentos más apremiantes donde el alcohol genera momentos más ríspidos y tensos, y es que digamos que el modelo predictor te hace pensar que en base al pasado reciente, ese tipo de pelea era previsible y por lo tanto fácilmente transitable… el problema se presenta entonces, en la medida que variables no tomadas en cuenta hacen su acto de aparición…

Se trata de alguien que no llegué a pensar que tuviera cierta percepción de mi persona. Pero como bien dicen: “Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad”, y su reclamo era un lugar común en los reclamos hacia mi persona: “No me subestimes, no soy ningún pendejo”

Honestamente el altercado no tuvo más consecuencia que la de una corta ausencia de mi parte en el hotel, y una posterior charla para calmar las cosas en el parque central del pueblo. Sin embargo, la continua presencia de actos similares, me hizo deducir que la moda se hizo tendencia…

La primera situación similar que tengo presente, fue hace unos trece o catorce años. Me había presentado en un gimnasio de box junto con un gran amigo… éste gran amigo siempre se había caracterizado por protegerme de cuanto matón en fase embrionaria se nos presentara de manera amenazante. Siempre había sido un amigo leal y amable para conmigo, sin embargo ese día ante la posibilidad de enfrentarnos en el ring, me presentó una cara que nunca le había visto. Era una cara de furia, el primer golpe fue un golpe certero el cual me quitó todas las ganas de seguir practicando, y ante dicho escenario donde me enfrentaba a un rival iracundo del doble de mi tamaño, decidí arrojar los guantes y correr alrededor del ring… todo eso mientras mi amigo me gritaba furioso que me pusiera los guantes de nuevo, que quería pelear conmigo.

En ese entonces no podía entender el porqué mi mejor amigo tuviera tantas ganas de golpearme. Es un hecho que tal vez no entendí hasta el fin pasado que vi y recordé cada una de las caras que me han presentado la misma rabia.

Casos similares hay muchos, antes solía pensar que el hecho de que cada amigo pasado de copas quisiera hacerse a golpes conmigo, tenía que ver con la probabilidad de éxito, ya que considero que soy uno de los más delgados de mi grupo social; y eso era algo con lo que podía lidiar perfectamente, ya que para mi, bastaba con postrarme firmemente y hacer saber que cualquier golpe recibido encontraría replica de mi parte. Hoy entiendo que la problemática es mucho más profunda que un problema de copas…

Como dije, casos hay muchos, tanto que podría citar uno por cada reunión, unos más arraigados que otros, unos más a flor de piel que otros, pero más o menos el mismo rencor, no importa el género, condición social, intelectual, empática o temporal, la única constante es la amistad y el rencor para conmigo.

Otro de los casos peculiares, se presentó al termino de la carrera, cuando un día cualquiera se me ocurrió regalarle mi recién adquirido ipod a una compañera con la que pensaba había llegado a tener una buena amistad, y que ante tal acto, suponía llegarían palabras de agradecimiento y exaltación… nada más ajeno a la realidad… en vez de todo eso, me topé con reclamos y una frase que inmortalizaría mi actuar en los cuatro años y medio que compartimos de carrera:

“¡Me lo debías después de todos esos años de terrorismo mental!”

Una vez más pude ver la cara de aquel joven que perseguía a su amigo en el ring, pidiendo desesperado se le diera la oportunidad de golpear la razón de su rencor.

Son tantos casos… tantas personas… tantas situaciones… un solo lugar común.

Entonces ante tal problema, solo se me ocurre una posible respuesta: ¡Todos están en mi contra! ¡Todos me tienen envidia! ¡Nadie me entiende!

Bueno, es eso o la respuesta sorpresa debajo de la manga, que aunque improbable e ilógica para mí razonar, tal vez encaja mejor en el rompecabezas.

Todos personificamos un rol para novela… y algunos somos tan tontos que escogemos el rol más complicado de la trama.

¿Qué puedo hacer? ¿Ir de puerta en puerta, marcar teléfono por teléfono y pedir perdón por cada mala cara o comentario que les pudo hacer sentir mal o menos preciados?

En verdad considero que el problema es de comunicación… Si bien hay cosas que no me permito justificar ni tratar de explicar, si creo que hay cosas en las que podríamos homologar conceptos. Y lo primero, sería ejemplificar mi situación mental…

¿Recuerdan aquel video del fanático de “River” (Club de futbol argentino) en el que grita desesperado porque su equipo descendió a la segunda división? Bien, de no ser así, solo resumiré que es un tipo desolado ante la idea y desesperación de no encontrar eco o respuesta a sus plegarias… Yo no siento más que pena por aquel hombre… nadie en el mundo podría entender la desesperación que ha de sentir al ver a su equipo descender. Así son los días de un hombre enfadado con el mundo, que si bien se dice todos los días que el mundo es perfecto, tanto que incluso su dolor tiene cabida en la medida que genera crecimiento… la realidad es que aún no acepta que se le nieguen respuestas a todas las situaciones apremiantes del mundo lunar…

¿Cuáles situaciones? ¿Por dónde empiezo? ¿Cuál de todas las cuestiones apremiantes del hombre quieren discutir?

¿Han intentado caminar con los zapatos puestos al revés? Es como intentar caminar dos caminos al mismo tiempo…

A muchos ya les he hecho la pregunta sobre los gemelos que responden uno solo la verdad y el otro solo la mentira… bien, pues aunque en el papel he resuelto el problema, en la práctica es difícil hacer compaginar a tus gemelos… tú buscas llegar a casa, te encuentras ante dos caminos… uno es el correcto y estos gemelos saben el camino… ¿Cuál es la pregunta que unirá los criterios? ¿Qué pregunta te llevará a casa?

Ciertamente no busco una idea tan tonta como lo que representa la perfección, que dicho sea de paso no es más que una condición mutable… en base a eso, no lamento ser como soy… algo que si puedo lamentar, es que debido a ello afecte a la gente que quiero…

“Nadie es una isla” decía John Donne… Tenía toda la razón…

Enumerar todo lo que les debo sería un ensayo interminable… enumerar lo muy agradecido que estoy con todos y cada uno de ustedes, sería una falta de respeto a mi sentimiento… porque en todos los intentos me quedaría corto…

En el mismo viaje, aquel amigo que pocas horas antes trataba de golpearme, me hacía preguntas en el camino entre burlándose y entre tratando de calmar mi malestar… una de ellas implica dos posibles respuestas…

¿Cómo se forman las montañas?
La respuesta simple sería por el impacto de las placas tectónicas… pero para el fin de éste escrito, la respuesta sería algo que escribió Luis Felipe Fabre en su “Cabaret Provenza”:

“Una piedra sobre otra piedra: así comienza
una montaña.

Una montaña:
Inmenso bulto de silencio. Una piedra:
pequeño bulto de silencio. Inmenso y pequeño:
un bonsái.

Un monje en los ojos rasgados de otro monje: ¡budistas!
Una montaña
o dos o tres o cuatro que ya van siendo cordillera.”


Si yo me considero cordillera… es porque me acompañan grandes montañas…

Sin darle más vueltas… gracias por todo mis imperdibles montañas…


Y feliz nueva vuelta al sol pa' mi...


Words are flying out like
endless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow waves of joy
are drifting thorough my open mind
Possessing and caressing me

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Images of broken light which
dance before me like a million eyes
That call me on and on across the universe
Thoughts meander like a
restless wind inside a letter box
they tumble blindly as
they make their way across the universe

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Sounds of laughter shades of life
are ringing through my open ears
exciting and inviting me
Limitless undying love which
shines around me like a million suns
It calls me on and on across the universe

Jai guru deva om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world
Jai guru deva
Jai guru deva

jueves, 28 de julio de 2011

¿Cuándo callarse?

Amy Winehouse ha muerto.
Publicado por Eduardo de Gortari el Lunes 25 de julio del 2011



"El sábado por la mañana, mientras cavilaba sobre lo desgastado de los unpluggeds de MTV, pensé que ella hubiera tenido un excelente unplugged; hubiera sido capaz de revitalizar ese formato de presentación lleno de lugares comunes y entorpecedores requerimientos (como usar un bajo acústico que casi siempre suena como eléctrico). Por desgracia ella tenía otros medios de promoción en mente. Por la tarde me enteré de su último plan: morir a los 27. Tengo que aceptar que le quitó un poco el polvo a esa serie de coincidencias que ha tornado en leyenda urbana. El Club de los 27: músicos geniales muertos en circunstancias supuestamente extrañas a los 27 años de edad. Lo cierto es que desde Kurt Cobain nadie se había integrado al selecto grupo.

De inmediato los medios y el público hablaron de Winehouse como un miembro más de esa lista de fallecimientos prematuros. Si los cinco miembros míticos del Club de los 27 interpretaron una tragedia solemne, Winehouse estelarizó la parodia: su muerte tuvo un aire de cliché y dejo de ruín profecía. Desde hace años una página de internet organizaba apuestas donde se jugaba a atinarle a la muerte de la cantante, y todo gracias a que en vida desarrolló la burla, involuntaria, de los clichés de los artistas populares. Como pueden ver, lo de menos aquí ha sido si Winehouse era una gran cantante o una formidable compositora; lo único importante es que era artista y se murió a una edad mítica. En definitiva un pésimo final para la inglesa de pelo abultadísimo: le dio al mundo justo lo que querían y esperaban. Su deceso ha suscitado en estos días más morbo y burlas en Twitter que auténtica tristeza por el fallecimiento de una cantante de innegable talento.

Por otro lado, ¿de verdad es tan importante ese club?, ¿significa algo? Si uno consulta la entrada de Wikipedia del Club de los 27 se encuentra, sí, con los “miembros originales” (Jones, Morrison, Joplin, Hendrix, Cobain) pero también con muchos colados en la fiesta: desde el auténtico bisabuelo del rock y simpatizante del diablo, Robert Johnson, hasta, ¡dios me libre!, Valentín Elizalde. Con la introducción por demás arbitraria de Elizalde es inevitable recordar el apotegma con que Groucho Marx y Woody Allen enfrentan las relaciones sociales: “yo no pertenecería a un club que acepte gente como yo”. Y, sobre todo: “yo no pertenecería al club que acepte a Valentín Elizalde”.

La muerte de Winehouse opera en detrimento de su legado. Si bien era una gran artista, tuvo una carrera efímera, apenas dos discos que, por muy buenos que sean, no se pueden comparar con el trabajo de los “miembros originales”. Winehouse fue dejando una obra que se antoja trunca y aunque fue uno de los emblemas de la década pasada, nunca tuvo la notoriedad de Joplin o Cobain. Tuvo, sin duda, una gran influencia: revivió el soul (que andaba como zombie con tanto artista gringo de plástico) y por ello ahora nos mandan desde Inglaterra variopintas cantantes que no pueden esconder el sello Winehouse e incapaces de superar a su maestra. Son copias sin gracia.

Celebro su voz: como cantante tuvo la fortuna de poseer una voz potente y educada que nunca abusó del garigoleo, del adorno inútil del que abusan cantantes de American Idol para demostrar que “cantan”. Ella sabía que cantaba tan bien que podía ganar por default; eran tan buena que no tenía que demostrarlo en cada compás. En eso se parece a Eric Clapton que, a pesar de ser nombrado “dios” por una pared londinense, siempre ha trabajado guiado por la mesura: el que mejor toca es el que sabe cuando callarse.
Celebro, igualmente, su capacidad como compositora: nadie como ella para hacer letras agridulces (como en “Love is a Losing Game”) o francas provocaciones (como en “Rehab”). Nadie como ella para recuperar el lustre perdido del soul: “You Know I´m No Good”, con ese ritmo implacable, refrescó el género de forma inesperada. Celebro, incluso, su extrañísimo arreglo. Y, claro está, admiro que los Estados Unidos le hayan negado la entrada para recoger sus grammys; aunque no le dieron visa por adicta, la negativa gringa le dio inéditos aires de terrorista musical. Winehouse destacó en una década sin tanto brillo por haber sido absolutamente original en su música e imagen y por ser absolutamente predecible en todo lo demás.

El único error de Winehouse fue el macabro juego que jugó con la prensa: su rebeldía mediática, al igual que la de Pete Doherty (otro favorito de la prensa amarillista inglesa), parecía un tanto chafa por previsible: su rebeldía en el fondo era una sumisión. Medio mundo la conoció por su enorme música; la otra mitad por sus escándalos; algunos por ambas cosas: “Qué bien canta la loca esa”, decía mi padre. Espero que en el futuro, cuando se apague el frívolo interés por las circunstancias de su vida y muerte, Amy Winehouse sea recordada por su genialidad y por la auténtica rebeldía que impuso en sus discos y en los escenarios. Espero que en el cielo de drogas, donde dice el buen Feli Dávalos, descansará la reina de la locura durante la década del 2000, recapacite y se niegue a entrar a ese grupo de músicos muertos que últimamente anda muy devaluado
."


http://www.elhorizontal.com/2011/07/amy-winehouse-ha-muerto/



"su rebeldía en el fondo era una sumisión"

¿Algo más???

lunes, 18 de julio de 2011

El hueco que deja el diablo...

Columna de Juan Villoro en el periódico “Reforma”, publicado el 15 del presente:

Falsos finales

Juan Villoro
15 Jul. 11

"En el periodo entre guerras, Europa revivió al compás de fecundas aventuras estéticas. Una de las más curiosas fue emprendida por el productor ruso Vladislav Leschenko.

He tomado los datos de El hueco que deja el diablo, cantera de misteriosos hechos objetivos reunida por Alexander Kluge.

En 1921 las potencias que definirían el siglo XX mostraban, como siempre lo han hecho, intereses afectivos distintos: Estados Unidos idolatraba la felicidad y la Unión Soviética la tristeza.

Para el público norteamericano, el cine era una oportunidad de reconciliarse con la vida; para el público ruso, una oportunidad de llorar desde 20 minutos antes de los créditos.

Luego de estudiar estas reacciones, Leschenko rentó unos sótanos lúgubres en Berlín y los convirtió en estudios cinematográficos secretos. Para que las películas norteamericanas tuvieran éxito en Rusia, entristeció el final como si la guionista fuera Ana Karenina. Para que las cintas rusas triunfaran en Estados Unidos, creó desenlaces donde los héroes, hasta ese momento trágicos, silbaban al caminar y adoptaban un cachorro.

La tarea se facilitaba porque eran los tiempos del cine mudo y un letrero podía alterar la historia. Como era imposible contratar a los mismos actores, los protagonistas aparecían de espaldas en la última secuencia y contemplaban su destino.

A base de efectos de iluminación, música de fondo, una escena sugerente a la distancia y carteles explicativos, el productor lograba revertir el sentido original de la historia.

El público solía aceptar la enmienda. Kluge recoge esta reveladora cita de Leschenko: "El espectador perdona. Acompaña. Completa". Esto sugiere que los finales eran reconocidos como falsos, pero se agradecía el truco.

Cuando Scarlett Johansson le preguntó a Woody Allen qué motivación debía tener para representar cierto personaje, el director le contestó: "Tu salario". También la motivación artística de Leschenko fue el dinero. La urgencia de exportar lo llevó a una intervención cercana a la vanguardia.

El productor dejó la Unión Soviética en 1937 y se mudó a Hamburgo, donde adaptó películas italianas y rumanas para el público sueco, agregando "escenas pornográficas de valor artístico".

Nunca actuó movido por la censura. Abundan los ejemplos de películas alteradas por causas políticas o morales. Durante el franquismo y el fascismo, el doblaje permitió hacer caprichosas modificaciones a las tramas que se veían en España e Italia. A veces eso daba lugar a una perversión mayor. Un ejemplo: para "adecentar" un triángulo amoroso, el protagonista no visitaba a su amante sino a su "hermana"; las escenas eróticas se suprimían, pero las miradas revelaban que algo había entre ellos, transformando la visita "familiar" en un incesto.

Recuerdo la proyección en México de La huída, de Sam Peckinpah. Al final, los protagonistas lograban el arduo escape al que aludía el título y cruzaban la frontera a México. El espectador suspiraba, aliviado por el happy ending. Entonces aparecía un letrero de la Secretaría de Gobernación que decía más o menos lo siguiente: "Poco después, los personajes fueron arrestados por la policía mexicana". Desde entonces, nuestro gobierno tenía más interés en cuidar su imagen en la pantalla que en la realidad.

Las soluciones de Leschenko nunca fueron tan burdas. Su objetivo era satisfacer al espectador, a tal grado que lo consideraba un recurso estético. Al respecto, escribe Kluge: "No creía que sus adaptaciones fuesen falsificaciones o engaños. Hablaba de una inervación, como si el espectador mismo fuese un celuloide que se ha de exponer a la luz".

No es casual que haya interesado a Alexander Kluge, escritor, filósofo, cineasta y asistente de Fritz Lang. El hueco que deja el diablo pertenece a un proyecto que lleva el título general de Crónica de los sentimientos. Leschenko se postulaba, precisamente, como un adaptador del sentimiento. El artista puede tener toda la originalidad que quiera, pero las costumbres y las emociones de los pueblos son estables. Los norteamericanos quieren fuegos artificiales; los rusos, melancolía.

Durante casi un siglo el mundo estuvo a punto de llegar a un desenlace atroz a causa de dos potencias incapaces de coincidir en su idea de los finales. Quizá hubiera sido posible que un adaptador como Leschenko ayudara a traducir las emociones de los enemigos.

Hubo otros atisbos de que esto era posible. En La segunda voz, Ved Mehta traza un perfil de George Sherry, intérprete de Nikita Krushov en la Asamblea de las Naciones Unidas. Virtuoso del lenguaje, Sherry era capaz de encontrar equivalentes instantáneos para las expresiones más complejas. Si el premier ruso citaba a Pushkin, encontraba una frase de Shakespeare que decía exactamente lo mismo. A la capacidad de esa "segunda voz" para traducir no sólo las palabras sino el misterio de los afectos se debió, al menos parcialmente, que el planeta no estallara bajo una nube nuclear.

Como en las películas de Vladislav Leschenko, lo mejor que puede pasarle al mundo es que tenga un falso final."


http://www.reforma.com/editoriales/nacional/616/1230739/

domingo, 17 de julio de 2011

My crush on Alex Morgan…

It’s a random Sunday… 3pm on my city… and I find myself cheering up something or someone of USA ????????????

Alex Morgan… this is your fault… your entire fault…




Now, I’m a women’s soccer fan…

It’s a great soccer player… it’s a student, it’s a prospect to be a model, it’s Alex Morgan!!!!!


USA!!! USA!!! USA!!!!

Jajaja tag… guilty pleasure…

sábado, 9 de julio de 2011

La mudanza de Facundo Cabral…

“El cantautor argentino Facundo Cabral fue asesinado hoy a tiros por unos desconocidos en la capital guatemalteca cuando se dirigía hacia el aeropuerto internacional La Aurora, en el sur de la Ciudad de Guatemala”

http://www.eluniversal.com.mx/notas/778224.html









“No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos... Además lo mejor de él, el amor sigue en tu corazón... No hay muerte... hay mudanza...Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo , Whitman, San Agustín, La Madre Teresa...”

y Facundo Cabral...