miércoles, 23 de mayo de 2007

Inspiración de inodoro...

Era uno de esos días accidentados en que te pescan a medio camino unas ganas de llegar a tu trono, y sientes que vas a parir al mundo… Entonces me encontré con la disyuntiva de tener que entrar a un baño público o regresar a mi casa. Como la carne es débil y el gusto es grande, entre al baño público…

Una vez dentro, me encerré en el aseado pero concurrido baño. Entonces al haberme sentado y cerrado la puerta, empecé a examinar mí alrededor, con lo cual me tope con el siguiente pensamiento:

“Lo difícil de la vida me ha hecho pensar… con lo cara que esta la comida y a donde viene a parar…”

Acto seguido, me cague de la risa…

No cabe duda que habemos muchos filósofos de inodoro, y que la vida adquiere un sentido y perspectiva diferente cuando nos encontramos sentados en el famoso habitáculo…

Conclusión: Nunca nada tiene sentido hasta que lo ves escrito en el baño…

No hay comentarios.: