lunes, 20 de junio de 2011

La copa vacía…

Llena una copa hasta el tope… intenta seguir sirviendo líquido sobre la misma copa… mira cómo el líquido se derrama…

Arthur Conan Doyle relata en “Estudio en Escarlata” en una conversación entre Sherlock Holmes y Watson, sobre lo inverosímil que suponía Watson el que Holmes fuera selectivo en su aprendizaje y no se interesara en conocimientos que considerara intrascendentes como la composición del sistema solar:

“Entiéndame-explicó-, considero que el cerebro de cada cual es como una pequeña pieza vacía que vamos amueblando con elementos de nuestra elección. Un necio echa mano de cuanto encuentra a su paso, no encuentra cabida o, en el mejor de los casos, se halla tan revuelto con las demás cosas que resulta difícil dar con él. El operario hábil selecciona con sumo cuidado el contenido de ese vaso disponible que es su cabeza. Sólo de herramientas útiles se compondrá su arsenal, pero éstas serán abundantes y estarán en perfecto estado. Constituye un grave error el suponer que las paredes de la pequeña habitación son elásticas o capaces de dilatarse indefinidamente. A partir de cierto punto, cada nuevo dato añadido desplaza necesariamente a otro que ya poseíamos. Resulta por tanto de inestimable importancia vigilar que los hechos inútiles no arrebaten espacio a los útiles.”

Ciertamente no podría estar de acuerdo con lo dicho por mi estimadísimo personaje “Sherlock Holmes”, no en cuanto a la capacidad de aprendizaje del hombre, la cual si bien se puede argumentar se encuentra en un espacio finito(y no me refiero a las conexiones neuronales, las cuales si bien son finitas, la energía que transmite no sé si pueda ser calculable, sino al contenedor físico llamado universo.), por lo tanto no puede haber nada infinito dentro de un espacio finito, la realidad es que aun no llegamos a potenciar nuestras capacidades intelectuales, y el creer que un nuevo pensamiento adquirido, obliga a otro a desaparecer por falta de espacio, es una idea errónea hace mil años, hace doscientos, hace tres día, ayer y hoy (No sé mañana… mi conocimiento llega hasta el nanosegundo que estoy viviendo).

Bien, una vez aclarada mi postura, considero que una parte del ejemplo es altamente rescatable… Y es que, la realidad es que todo el conocimiento es una base de creencias, mismas que implican un salto de fe; pero esa base de creencias o conocimiento, es tan grande, que el conocimiento absoluto solo se vislumbra por medio de la incursión en materias tales como la espiritualidad, ya que fuera de eso, todo conocimiento adquirido se puede considerar como nano-conocimiento.

Ahí está la cuestión… el discernimiento se vuelve primordial en cuanto a los tópicos a estudiar… te vas llenando de una cantidad variada de conocimiento en muchas materias, hasta llegar al punto que aparentas ser “une petite encyclopédie”, hablas y hablas por horas de cualquier tema propuesto, tus compañeros te consultan para todo, hacen comentarios sobre tu conocimiento, enfadas a los expertos y doctos en temas al cuestionarlos, y cada halago sobre tu intelecto te infla más el pecho…

Hasta los comentarios cómicos:
-¡Cómo me gustaría meterte a mi bolsa y llevarte siempre conmigo! Es que es increíble la manera en que puedes hablar de todo en todas las perspectivas, “Esto visto por el lado psicológico puede simbolizar esto, pero si lo vemos del lado económico aparenta esto, si lo vemos estadísticamente, aquello, matemáticamente, biológicamente, químicamente, ah pero el hermetismo implica aquello…”
-Bueno es cierto que él sabe mucho de todo, pero te aseguro que es malo con las mujeres…
-Jajaja… Claro, bueno seguramente sabe más sobre fisiología y anatomía de tu cuerpo que tú misma, pero ciertamente el actuar de una mujer se le debe complicar.


Supongo está de más decir que ante tal argumento, no tuve más que reír y callar, reir y callar...

Se dice que las personas son tan grandes como lo son sus enemigos… Falso… falso a menos que se refieran a “el enemigo en casa”, el más fuerte de todos…
Éste enemigo del que hablo, me ha hecho criticar y pelear todo el día con una cantidad impresionante de personas… gente cercana, ajena, lejana, intima… no importa… lo que importa es demostrar superioridad…

¿Éxito en la campaña? Se puede decir que en algunos círculos, he llegado al punto en el que lo dicho por mi ya no encuentra critica… se acepta y reproduce como tal…
¿Éxito? No… Retraso, limitación, debilidad… Sí.

Hace algunos días me preguntaron por la capital de un estado de USA, lo cual respondí con prontitud como suelo hacer… La respuesta fue apuntada y utilizada para el fin por el cual lo habían preguntado. En cuanto llegue a casa, la duda me hizo investigar y darme cuenta que estaba en un error.

Al día siguiente alguien hablaba sobre el significado de los nombres de empresas… cuando me preguntaron por el significado de algunas, les comenté seguro de todas, pero nuevamente me equivoqué en una… “FIAT” significa “hágase”, y en mi aceleración por despepitar conocimiento, no razoné mi respuesta, misma que sabía que sabía, pero al momento asocié con otro significado, con lo cual terminé argumentando que “FIAT” significaba “Fe”. Pero nadie replicó… nadie se dio cuenta de mi error.

Hace poco, en un post pasado hablé de la humildad que se necesita para avanzar en la vida… El tema claramente no ha caducado en mi persona…

Es la copa llenaNada nuevo puede entrar en una copa que aparenta estar llena… ¿Cómo puedo avanzar si me creo experto en todos los temas? ¿En qué momento mi ego creció como maleza en tierra desconocida?

Ciertamente hay que retomar el camino… vaciar la copa…



Ahora… escribirlo es más fácil que hacerlo… pero hay varios indicios que nos han dejado en el camino que ciertamente nos pueden ayudar…

Diógenes Laercio contaba una historia sobre Tales de Mileto, en la cual alguien había encontrado un objeto atípico el cual suponían tenía algún uso pero no podían definir cuál era; por lo tanto lo llevaron con el oráculo y éste les dijo: “Llévenlo con el más sabio”. Acto siguiente la gente se lo llevó a Tales de Mileto, mismo que argumentó no ser el más sabio, por lo tanto dicho objeto no le pertenecía a él… así fue como el objeto estuvo pasando de mano en mano del que suponían era el más sabio de la ciudad, hasta que regresó a las manos de Tales, el cual terminó diciendo: “No hay más sabiduría que la de Dios… regrésenla al oráculo.”

En fin… Efectivamente, mis dilemas existenciales a veces parecen derramar mi copa... pero como diría Tales:

“Lo más sabio es el tiempo, porque aclara todo”


Day after day,
Alone on a hill,
The man with the foolish grin is keeping perfectly still
But nobody wants to know him,
They can see that he's just a fool,
And he never gives an answer,

But the fool on the hill,
Sees the sun going down,
And the eyes in his head,
See the world spinning 'round.

Well on the way,
Head in a cloud,
The man of a thousand voices talking perfectly loud
But nobody ever hears him,
or the sound he appears to make,
and he never seems to notice,

But the fool on the hill,
Sees the sun going down,
And the eyes in his head,
See the world spinning 'round.

And nobody seems to like him,
they can tell what he wants to do,
and he never shows his feelings,

But the fool on the hill,
Sees the sun going down,
And the eyes in his head,
See the world spinning 'round.

Ooh, ooh,
Round and round and round.

And he never listens to them,
He knows that they're the fools
They don't like him,

The fool on the hill
Sees the sun going down,
And the eyes in his head,
See the world spinning 'round.

Ooh,
Round and round and round