Hace algunos días salió en la columna de Heriberto Yépez un escrito con el nombre “Qué chula mi narcocultura” donde aborda muy resumidamente la vicisitud entre los que piden el cese de “La guerra al narco”, pero no aportan ni proponen una solución. Para terminar dicho escrito, Yepéz propone hacer conciencia y pensar en la participación de la sociedad dónde cada consumidor se vuelve patrocinador de la mafia.
Aquí el link:
http://impreso.milenio.com/node/8944816.
Bien… esto ha generado un sinfín de críticas de los que en mi particular punto de vista no son más que críticos de aparador, estadistas de escritorio y los de corte más peligroso “Los pseudointelectuales” (dícese de aquellos que con un amplio recorrido por los anaqueles de la cultura, no tienen las herramientas suficientes para asimilar o discernir del mensaje que aporta dicha cultura y solo se apegan a citar sin lograr un resultado eficiente… por cierto… cultura es un conjunto de métodos, sin el entendimiento del método, rezar la formula no sirve de nada…por lo tanto no hay cultura.)
En fin… el asunto es que mientras pelearme en el twitter va generando un incremento en mis niveles de autoexclusión, la verdad es que veo con tristeza que una mentira dicha mil veces empieza a creerse verdad en el grueso de la población… incluso empiezo a escuchar términos como “maniqueista”, esto cuando trato de exponer mis argumentos… Y ante eso… les pregunto: ¿Cuándo fue la última vez que descubrieron que una verdad aceptada por todo el mundo era mentira? Hoy en día a los científicos les encanta hablar de “verdades provisionales”… pero… ¿acaso no una mentira considerada verdad nunca es verdad??? Es decir… no importa cuánto tiempo crea que la tierra es cuadrada… el día que me entero que no lo es, tengo que aceptar que lo que creía era mentira… Bien… de la misma manera no pido que se acepte como verdad absoluta mis argumentos o los de Yépez, solo pido que se enfrenten a dialogo y que los que estén en contra tengan más argumentos que considerar demagogia o maniqueísmo la abstención de sustancias prohibidas… Si las drogas fueran legales no tendría objeción a que alguien se meta hasta la licuadora si es su decisión (sería deseable que fuera una decisión informada, pero eso es otro asunto, que dicho sea de paso por eso Aristóteles dudaba de la eficacia de la Democracia, ya que el pueblo desinformado es sumamente influenciable, por lo tanto para la existencia de democracia debe existir como condición sine qua non un pueblo informado), ya que tu libertad es el principal sentido de cariño que puede ofrecerte alguien que te quiere… Pero el asunto es que no son legales (cosa que considero un acierto, pero como dije es otro asunto) y cada vez que tú o algún conocido con el que te relacionas compra producto ilícito, desde una película pirata hasta droga, hay una repercusión que no solo afecta tu entorno cercano, sino la sociedad que formamos todos…
En fin… aquí un escrito que resume los “argumentos” (si es que se les puede llamar así), que muchos intelectuales han alabado por su crítica a Yépez:
http://networkedblogs.com/gNgU5
En verdad no quisiera hablar mucho de ambos escritos… una porque sé de antemano que les quito tiempo y otra porque a diferencia de los que critican a Yepez, yo sé de antemano el significado de “demagogia” y créanme… la única demagogia que veo aquí es aquella que intenta sancionar una crítica social en pos de una actitud que en el mejor de los casos resulta únicamente contraproducente para aquel que decide ser partícipe del mismo… aunque claro que no les puedo pedir a aquellos críticos acérrimos entender el concepto de la misma manera que Aristóteles… y en muchos caso no por capacidad, sino porque el pueblo mexicano siempre ha asociado el término “dogmatizado” con la iglesia católica, y por ende creen que cualquier tipo de critica al placer e intento de cátedra es una injuria a su derecho de hacer con su cuerpo un abono improductivo… El cambio de un estado de placer a un estado consiente es probablemente el más complejo de todos… Si lo sabré yo que mi estado de insatisfacción me genera un placer productivo…
Pero entonces por dónde empezar?… pues primero se requeriría que se homologaran conceptos de lo que significa demagogia, ya que no hay mayor demagogia en el mundo que la justificación de un propio acto en perjuicio del bien común… pero supongo que todos los periodistas, caricaturistas, economistas con PHD y demás personas con carrera y ego interminable en el medio intelectual mexicano entienden a la perfección el significado de todas las palabras que impelen con la seguridad que les da el creerse tuertos en un país de ciegos…
Un ciego de nacimiento no sueña en imágenes… por lo mismo es ridículo pelear con la gente en twitter, pseudointelectuales y críticos de aparador… Es tonto esperar que el pasto de peras (y no me refiero a ti Javier, tú solo eres pasto para el FIFA :p)… igual y una planta de cardillos sale por ahí… pero es poco probable que si te quedas esperando varias temporadas, llegue a brotar algún fruto…
Hay que empezar por hacer una sociedad más crítica, pero critica a sus adentros, a sus entrañas, una crítica consiente y sin prejuicios, sin reproches por el pasado reciente, una crítica sin temor a decir lo que mi alma grita todos los días…
Les digo calmado y sin rencor alguno: COMO UN MAL CHISTE DE ESOS QUE TANTO ME DESAGRADAN A LOS QUE LLAMAN HUMOR NEGRO… LA SOLUCIÓN A NUESTROS CONFLICTOS RADICA EN LA MISMA CAUSA DEL PROBLEMA… “LOS MEXICANOS"
martes, 19 de abril de 2011
sábado, 9 de abril de 2011
Contigo estaré...
Vienes caminando
y no sabes tu destino
conquistando sueños
sueñas llegar a ser deidad.
Sigues caminando
sobre viejos territorios
invocando fuerzas
que jamas entenderas.
Y vienes desde allá
donde no sale el sol
donde no hay calor
donde la sangre
nunca se sacrifico por un amor
pero aquí no es así.
Vienes caminando
ignorando sagrados ritos
pisoteando sabios templos
de amor espiritual.
Largas vidas siguen
velando el sueño de un volcan
para una alma eterna
cada piedra es un altar.
Y vienes desde allá
donde no sale el sol
donde no hay calor
donde la sangre
nunca se sacrifico por un amor
pero aquí no es así.
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