“En este mundo no hay fuerza más grande que lo igual…”
Merlin…
Es sábado por la madrugada… y mi estado de brazo enyesado me obliga a buscar películas no vistas anteriormente… El control nos lleva hasta “Disney Chanel” donde el estelar de hoy es “Cinderella III” y bueno, ¿Qué puedo decir a mi favor? Me gusta terminar de ver cada película que empiezo…
En fin… El asunto es que muchas veces por juzgar a un libro por su portada, nos perdemos de su maravilloso contenido…
La película argumenta que la madrastra de Cenicienta le roba la varita mágica al hada madrina, y con ella logra momentáneamente cambiar la historia, haciendo un hechizo para que el príncipe se enamore de una de sus hijas…
Al final, obviamente el príncipe recuerda a cenicienta, y se arrejunta con ella…
¿Qué tiene de rescatable para mi ésta película?
El que hablen de una verdad irrefutable… No existe conjuro, poder sobrenatural, o hechizo, que pueda contra la ley de atracción…
Los hechizos o embrujos que intentan amarrar al objeto deseado existen, pero… no funcionan…
Recuerdo que hace algunos años, una conocida, la cual por respeto no diré su nombre… aplicó sobre mí una especie de conjuro, que por muy risible que suene, la realidad es que no tiene nada de gracia enterarte de que esa extraña sensación de búsqueda que sentiste en ese momento, fue originada por culpa de las travesuras de alguien…
Pero bueno, es justo como ella dijera después de la tontería que hizo: “Me di cuenta que funcionó, pero es una estupidez, ya que nadie se enamora de ti por medio de un conjuro… se enamoran del conjuro en si… y solamente consigues hacerte infeliz a ti, y a la persona que atrapas.” (El karma por una cosa así es enorme)
En verdad me molesta un poco tan solo recordar esto… ya que yo en verdad consideraba mi amiga a esta persona… (Hay que ser muy ingenuo como para creer en la amistad entre hombres y mujeres)… Pero lo importante es pensar en el final de Cenicienta… pensar que no importa cuantos hechizos se hagan en tu contra… ya que si tu amor hacia las cosas es verdadero, la vida estará de tú lado…
Y nunca olvidar… que no existe fuerza más grande y poderosa, que la igual…
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