I need to rewind myself...

Voy en el carro de una amiga… venimos escuchando la radio específicamente a una conductora "x" y se me sale comentar que soy fan de dicha conductora, que se me hace bastante guapa de la cara y que además me encanta su voz; que la escucho cada que puedo.

El caso es, que mi amiga se voltea indignada y me dice: !Cómo!Eso quiere decir que no eres tan radical ni intenso…

Realmente fue un discurso largo… se nota que la traigo harta de mis habladurías jajaja…

Pero la verdad es… que no veo la incongruencia con mis palabras…

A los 14 años hice una lista de cómo quería que fuera la mujer de mi vida: Una mujer que leyera dos horas al día, jugara tennis, le gustara “Friends”, fuera tan divertida como la mejor comediante, y tan atractiva como “Winona Ryder” (lo mejor que le ha dado un par de hippies al mundo)…

No existe… y si existiera, jamás me haría feliz el estar con ella… porque es muy probable que no sea lo que yo quiero de verdad… y ese es el asunto… conocernos.

La perfección en las personas y en las cosas es algo que nos obsesiona de mala manera, nos limita y nos nubla la vista… ya que la perfección siempre está presente frente a nosotros… las cosas siempre son como deben ser, y a eso le deberíamos llamar perfección…

Qué importa si la mujer que me gusta es locutora, si terminó o no su carrera, si es tan maravillosa como me imagino o no… como sea, es perfecta…

Hace algunos años yo solía decir que la mujer perfecta es la que se encuentra a no menos de 20 metros de distancia… y que mientras más se acercara, iba perdiendo su perfección; y así hasta que platicaras con ella y te dieras cuenta de que la perfección no es una cualidad de las personas…

Hoy creo que la mujer perfecta es cualquiera que ande por ahí… siendo congruente consigo misma, siendo como se supone que debe ser… y aun más perfecta si le gusto jajaja.

“Ser feliz no debería ser tan difícil” decía Borges…

Entiendo perfectamente a mi viejito consentido, lo entiendo a el y a todo el que se sienta frustrado por la incongruencia de los que se hacen llamar seres humanos…

Vivo en una Ciudad, Estado, País gobernado por digamos corrupción y delincuencia. Los antros más populares de mi ciudad están llenos de “drug dealers” locales y mi agrado por la gente en general va en decadencia a la velocidad de “mach9”…

Pero ser feliz no tiene por que ser difícil… solo hay que dejar de buscar la perfección de otros y simplemente recorrer nuestro camino; que aunque a veces parezca turbio y quebradizo como la cueva más lúgubre… si seguimos con ahínco nuestro sueño; seguro llegaremos a ese lindo prado donde nuestro anhelo se vuelca realidad…

Y siempre recordar: “Nunca estamos más cerca de la realidad que cuando soñamos”

Para todo lo demás…Only God Knows Why…