Desde el primer momento en que ves la caricatura, puedes identificar a Charlie Brown, un niño absurdamente incomprendido, inseguro, y con una falta de medios de comunicación para con los adultos, ya que al intentar hablar con ellos solo alcanza a escuchar el gubla guabla gubla que parlotean aquellas bocas indiferentes…
Pero después del hermético y falto de autoestima Charlie, llega un personaje maravilloso, que es en sí el estelar de la serie… (Como Charlie hay muchos… como Snoopy, solo Platón, Sócrates, etc…)
Snoopy es el perro más inteligente que conozco... Con la mirada siempre en el cielo (al igual que aquel filosofo de ciudad…), soñando ser el mayor enemigo del Barón Rojo en la primera guerra mundial, escribiendo novelas que tal vez solo el entiende y teniendo a su alrededor, gente que piensa ser el dueño del perro, cuando la verdad es que el perro ve mucho más allá del corto horizonte de su dueño…
En está nueva era de ajetreo y desventuras, es un arte darse el tiempo, y más problemático aún es darse el tiempo para pensar… Y mientras veo a Snoopy, mirando lo absurdo de ese horizonte, entiendo el mensaje del autor… Yo también miro el horizonte… yo también escribo novelas y también sueño con el Barón Rojo…
Ahh y también siento que mi arbolito de Navidad es más bien una ramita de lo que debería ser un pino…
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