Cuentan que el buen Phil Collins se paseaba por las calles de alguna ciudad de los “iunaites”, y le sorprendió el hecho de que hubiera tanto “homeless” (supongo que del otro lado del charco no se ve tanto de eso), y le sorprendió tanto que compuso una de mis canciones favoritas…
Es uno de mis demonios…
Si tú no das de lo que te sobra, lo tendrás un tiempo determinado y lo terminaras desechando… en la abundancia es común el desperdicio. En cambio, la cara de aquellos a los que les negaste ayuda, se quedará grabada en la mente (por lo menos en una mente como la mía)… y son de esos demonios que en verdad no dejan de tatemar el caldo…
Sir, can you help me?
He walks on, doesn’t look back
He pretends he can’t hear her
Oh think twice, it’s just another day for you,
You and me in paradise…
It’s just another day...
¿Quien tendrá las manos más vacías?
Los que pasan caminando junto a un desamparado en la calle y no se dan cuenta que es el reflejo de lo que traen por dentro… o los que al parecer tienen nada… nada más que el reino de lo incierto…
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