Realmente nunca he sido partidario de dicha corriente, por lo menos no en su totalidad y mis razones serían razón de otro post; sin embargo puedo decir que “Ampliación del campo de batalla” tiene sus partes sumamente rescatables, y no me refiero al clásico grito de batalla del existencialismo donde se compara a la humanidad con la erupción desagradable de una ampolla mal cuidada. En fin, para muestra un botón:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMPqhW79-e4LhyKp6CpnLOLMyxvBGfnVRI2pcGxFzgeBHxm8c7iXzkIJsGltrq9CJ9WSvNryY-HbtHmbIhvtb3S_iNC0Ws9-rlwqkI1T2kpejZRZFf2YU4fsTmZaYgSCJXG7Ojn8p4s1gx/s320/ampliacioncampodebatalla.jpg)
[...]Pero, entre todos los muebles, la cama plantea un problema especial y doloroso. Si uno no quiere perder el respeto del vendedor está obligado a comprar una cama doble, aunque no le vea la utilidad y tenga o no sitio para ponerla. Comprar una cama individual es confesar públicamente que uno no tiene vida sexual, y que no cree que la tendrá en un futuro ni cercano ni lejano (porque las camas, en nuestros días, duran mucho tiempo, mucho más que el periodo de garantía; es cosa de cinco, diez, incluso veinte años; es una seria inversión, que compromete prácticamente durante el resto de la vida; las camas duran, por término medio, mucho más que los matrimonios, la gente lo sabe perfectamente).
"Definitivamente, me decía, no hay duda de que en nuestra sociedad el sexo representa un segundo sistema de diferenciación, con completa independencia del dinero; y se comporta como un sistema de diferenciación tan implacable, al menos, como éste. Por otra parte, los efectos de ambos sistemas son estrictamente equivalentes. Igual que el liberalismo económico desenfrenado, y por motivos análogos, el liberalismo sexual produce fenómenos de empobrecimiento absoluto. Algunos hacen el amor todos los días; otros cinco o seis veces en su vida, o nunca. Algunos hacen el amor con docenas de mujeres; otros con ninguna. Es lo que se llama la "ley del mercado". En un sistema económico que prohíbe el despido libre, cada cual consigue, más o menos, encontrar su hueco. En un sistema sexual que prohíbe el adulterio, cada cual se las arregla, más o menos, para encontrar su compañero de cama. En un sistema económico perfectamente liberal, algunos acumulan considerables fortunas; otros se hunden en el paro y la miseria. En un sistema sexual perfectamente liberal, algunos tienen una vida erótica variada y excitante; otros se ven reducidos a la masturbación y a la soledad. El liberalismo económico es la ampliación del campo de batalla, su extensión a todas las edades de la vida y a todas las clases de la sociedad. A nivel económico, Raphaël Tisserand está en el campo de los vencedores; a nivel sexual, en el de los vencidos. Algunos ganan en ambos tableros; otros pierden en los dos. Las empresas se pelean por algunos jóvenes diplomados; las mujeres se pelean por algunos jóvenes; los hombres se pelean por algunas jóvenes; hay mucha confusión, mucha agitación."
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYOKGbndI63Ma49aV71XTBOkvQ1MU8tAcERXAlbrKW8rGCrVm0dPaFOw29f0_yyQeGRldIwrmj1DGQzpegOyL8G_SYR4hxPp6RNGWUPA-6m2FSFWx9Pf3T_zRq7KubwmpydQKwEglZjBKA/s320/houellebecq.jpg)
Poniéndonos Darwinianos los textos citados tendrían muchas aristas…
Hace poco vi en televisión un programa donde se relataba la extinción de un tipo de alce en Irlanda. Al parecer la hembra tenía una tendencia a aparearse con el alce de cornamenta más grande, hecho que obviamente redundo en que los alces cada vez contaran con ornamentas más y más grandes; situación que a la larga terminó por ser una desventaja para los ornamentados animales y ante la disyuntiva de seguir haciendo más grande sus ornamentas o extinguirse, la especie y la naturaleza decidió extinguirlos.
Nuevamente… muchas aristas… pero la que me interesa al momento de escribir la presente es una verdad que espero no sea digna de sobresalto: “El sexo es una herramienta evolutiva”
Si nos quitamos el ego correspondiente a los años que tenemos en la tierra como depredadores, podríamos asimilar que dicha máxima también aplica para nosotros. Hay tantas similitudes, cada vez que escucho ejemplos como el anterior o el de un estudio realizado en primates que declara que si una hembra grita a la hora de las relaciones sexuales, es más probable que el macho eyacule y por ende la posibilidad de quedar preñada se eleva… ¿A qué nos recuerda eso??? ¿A quién no lo gusta el dirty talk??
En fin… realmente a lo que quiero llegar es que si el sexo es una herramienta evolutiva ¿Cuáles son las cualidades que esta buscando la humanidad para evolucionar?
Realmente me queda muy claro que no es culpa solo de las hembras de nuestra especie el que busquen machos deficientes en pensamientos y cargados en horas de vuelo de gimnasio. La realidad es que somos una sociedad y la sociedad es la responsable. No recuerdo bien, pero creo que fue Woody Allen que dentro de su misoginia declaraba que “Si los hombres nos fijáramos más en lo que proviene del cerebro y menos en los ojos, las mujeres estarían tentadas a ocupar más el cerebro y menos el maquillaje”. De la misma manera, si las mujeres valoraran más al hombre que las procura y no al que las hace sentir como se visualizan (menos que nada), otro cantar sería…
Estaría siendo hipócrita si declarara que nos soy cien por ciento participe del juego de la pretensión y el sexo, sin embargo dentro de todo el absurdo que implica la satisfacción mediana que otorga una penetración, las implicaciones se vuelven tan grandes que incluso la sobrevivencia de una especie aguarda por nosotros y nuestras elecciones.
Es un error garrafal pensar que cualquier expresión pesimista o de desprecio hacia la humanidad es de carácter existencialista… por lo tanto espero se entienda que no me estoy poniendo existencialista cuando declaro que concuerdo en ciertas cosas con Michel:
A mi tampoco me gusta mucho la humanidad…